El bullying cabe en un Yakult

El primero de febrero del 2017, El Universal publicó una noticia titulada “niños envenenan a su compañera con pesticida en Yakult”, donde se relata que varios niños de la secundaria técnica No. 17 en Salvatierra, Guanajuato, elaboraron un pesticida en su clase de agricultura y después lo vertieron en Yakult, luego se lo dieron a beber a una niña de 12 años con la intención de que se tomara el pesticida. También se comenta que la madre de la menor levantó una denuncia en la Procuraduría General de Justicia a pesar del intento de la Secretaría de Educación de mantener oculto el hecho. En dicha denuncia se afirma que la niña era víctima de acoso escolar y que la escuela no tomó medidas para revertir tal situación.

El bullying ha estado presente en varias noticias últimamente (más de lo que quisiéramos), pero esta en particular narra los hechos de tal manera que nos da elementos para describir los ingredientes de este problema tan divulgado. Díaz-Aguado en 2006 menciona algunas características del acoso escolar:

1. No se limita a un acontecimiento aislado, sino que se repite y prolonga durante cierto tiempo, con el riesgo de hacerse cada vez más grave.

2. Se produce en una situación de desigualdad entre quienes acosan y quién es víctima. Ya que el agresor es apoyado por un grupo y la víctima se encuentra sola.

3. Se mantiene, debido a la ignorancia o pasividad de las personas que rodean.

4. Suele implicar diversos tipos de agresiones de tipo social y verbal e incluyendo después también coacciones y agresiones físicas.

En el caso de los niños de la secundaria técnica No. 17 de Salvatierra, con los datos proporcionados por la nota periodística, en caso de que fueran ciertos, se cumplen todas las condiciones para considerar que la niña de 12 años ha sido víctima de acoso escolar. Esto, debido a que, de acuerdo a la denuncia, el acoso llevaba tiempo antes de este acontecimiento, también se puede ver que la segunda condición se da, un acosador apoyado por un grupo y ella está sola, se presenta la situación de desigualdad mencionada. Además, si el personal de la secundaria estaba enterado, se cumple la tercera condición, en el que por ignorancia (poca preparación) o pasividad de las personas que rodean a la víctima, la situación persiste. Y, por último, aunque no se tienen datos del tipo de agresiones que se ejercían aparte del pesticida en el Yakult, se puede inferir que por lo menos había agresiones verbales y quizás hostigamiento psicológico (humillaciones, burlas, exclusión) ya que, como lo dice el autor, las agresiones físicas son el último eslabón del acoso escolar, esto quiere decir que anteriormente la niña era maltratada en otras formas.

Las consecuencias psicológicas son significativas. Cerezo en 2002, menciona que las víctimas de bullying suelen desarrollar un sentimiento crónico de inferioridad, sentirse devaluados constantemente, poco integrados con el grupo, el miedo constante puede llevarles a buscar salidas rápidas, como evitar ir a la escuela (en el mejor de los casos), consumo de sustancias psicotrópicas o dependiendo de la gravedad del acoso, pueden llegar hasta el suicidio.

Como padres de familia es fácil caer en la tentación de señalar al maltratador y solicitar castigos ejemplares, es importante informarles que los estudios indican que existen grandes posibilidades de rehabilitar emocionalmente a un acosador, ya que al igual que la víctima presenta condiciones emocionales que se reflejan en su comportamiento. Es importante para un centro educativo atender tanto a la víctima como al acosador, ambos lo requieren.

La sugerencia para los padres de familia es que sí sospechan que su hijo es víctima de acoso escolar, revisen la presencia de la mayoría de estos elementos, y en caso de que los identifiquen, realicen soluciones en conjunto con la escuela. Para resolver una situación de acoso escolar es importante contar con la aportación de especialistas en el tema que preparen a los responsables de la institución y que les apoyen en el desarrollo de protocolos de intervención específica para este tipo de casos. No es suficiente una conferencia para padres, se necesitan capacitación y planes de intervención.

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