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Adolescencia de perros: dos tipos de permisos

  • Uziel Morales Amaya
  • 24 mar 2017
  • 2 Min. de lectura


La relación entre padres y adolescentes es difícil, casi nadie se salva de pelear como perros por un hueso, aunque en este caso las pelas son por los permisos, afortunadamente hemos encontrado una manera de ponerle fin a esas peleas y malas caras, basta de mostrarse los dientes y gruñirse cada fin de semana.


Aquí hay dos consejos prácticos para negociar con su adolescente:

  1. Permisos tipo I (confianza frágil): la confianza se encuentra vulnerable por diferentes situaciones, entonces las únicas salidas que pueden considerarse son aquellas en las que hay presencia paterna permanente, cine, fiestas en casa, reunión con amigos, este tipo de eventos permite darle algo de libertad al adolescente, al mismo tiempo los padres descubren a su hijo en su ambiente y van midiendo su progreso.

El adolescente tiene que saber que se encuentra en este nivel de permiso, y debe conocer los motivos, así como conservar la esperanza real de superar esta etapa. Este nivel de permiso les da seguridad a los padres de recuperar a su hijo, pero una vez que demuestre ser confiable, deben de pasar al siguiente nivel.



2. Permisos tipo II (confianza fuerte) hay adolescentes muy confiables y que han demostrado ser de fiar, no debe haber temor de permitirles asistir a eventos en los que no haya supervisión paterna; fiestas en casa de amigos, paseos, pequeños viajes, ya que tienen capacidad de autorregularse y estas experiencias les permiten consolidarse y empezar a construir lazos fuertes de por vida.


Cuando un adolescente se encuentra en este nivel de permiso es porque existen evidencias tangibles de que ha actuado autorregulándose, con consciencia y con buena comunicación, cuando los adolescentes han logrado esto y no se les otorgan permisos experimentan dificultades de autoestima y desórdenes emocionales ya que a pesar de actuar bien y no recibir la confianza les lastima, suelen responder con rebeldía por venganza, “si me porto bien y no lo valoran, entonces me portaré como me da la gana”, este tipo de comentarios se escuchan seguido.


Son dos tipos de permisos en los que depende la situación de cada adolescente, lo recomendable es que se tomen un tiempo para ver en qué nivel se encuentran y hablarlo con ellos, así sabrán lo que pueden pedir y lo que no, naturalmente le da estructura a la relación y existe una meta en ambos.


Castigar el celular, el iPad no funciona, los adolescentes necesitan estructura relacional de parte de sus padres.






 
 
 

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