PAUTAS PARA MANEJAR LAS JETAS DE TU ADOLESCENTE
- Uziel Morales Amaya
- 15 jun 2017
- 3 Min. de lectura

El proceso de la adolescencia puede ser muy duro y desgastante. Una de esas cosas que hacen difíciles relacionarse con ellos en la vida cotidiana, son sus “malos modos” para responder cuando se le pide que hagan algo, ya sea una instrucción o un favor.
Por ejemplo, es común que alguien le pida a su adolescente que ayude a poner la mesa, y lo primero que hace es tronar la boca, hace una “jeta” y luego a gritos dice algo así:
Siempre me lo pides a mí. ¿Por qué a mi hermano no?, sí él está todo el día de flojo.
Parece algo cotidiano; pero si juntamos todos los “malos modos” que lleva haciendo desde que entró en la adolescencia, la verdad es que esas “jetas” son tan molestas como la urticaria, además encienden a los padres, se enganchan y terminan los días llenos de jetas, eso es algo sumamente agotador y desgasta la familia.
El adolescente ya no llora para expresar sus necesidades o frustraciones, digamos que ahora hace “jetas”, truena la boca, tuerce los ojos, frunce el ceño y hace todos esos “malos modos”.
Cuando era un bebé, no te enojabas ante su llanto y mucho menos ante sus necesidades fueran las que fueran, aunque te cansabas si no respondía como esperabas ¡con mucha devoción acudías a su llamado!
¿Y si usas ese modelo?, y acudes a su llamado, recuperar la paciencia, la devoción, para aprender a leer sus necesidades en este caso por medio de “las jetas de tu adolescente”. Quizás podrías llegar a traducir el significado de esas “jetas” y esa gran boca, y así reconstruir aquel vinculo que tuvieron cuando se comunicaban casi telepáticamente, fue difícil, pero aprendiste a leer esas lágrimas, quejas y ruidos, era la manera en que tu bebé podía expresarse, ese bebé ya creció, pero no significa que sea totalmente apto para decir y expresar lo que siente, y existe la posibilidad que detrás de esas jetas hay una o muchas historias que vale la pena explorar.
Viéndolo de esta manera; las jetas, entonces no son del todo malas, son mensajes encriptados que hay que descifrar. Y para hacerlo es necesario un vínculo casi telepático, igual que antes. Esas jetas tienen historias detrás, aunque quizá sean amargas, duras, pegajosas, por eso de fuera se ven desagradables
Mientras a los papás les desagradan las jetas, los adolescentes ni cuenta se dan de lo molestas que son, porque están tan sumergidos en su mundo interior, debatiendo filosóficamente quien es; esa jeta, es una máscara que le permite seguir en su mood interno, para poner una cara afuera sin salirse de ahí. Esa jeta que te lanzó fue una reacción para poder salir de ese estado casi hipnótico en el que se encontraba.
Sí truena la boca ante algo que le pides, sabemos que eso enciende, calienta, arde por todo el cuerpo como urticaria, considera que no siempre es por desobediencia, especialmente la causa más común de esas jetas es que los traes de vuelta a la realidad y ya no pueden seguir elaborando sus fantasías, que, por ahora en su vida, son una gran manera de enfrentar la dura realidad en la que viven.
ALGUNAS PAUTAS
- No hay que enfocarse en la forma sino en el fondo
- No hay que gastar energía tratando de corregirlas
- El mood adolescente es contagioso
- Reconoce cuando sigue la instrucción a pesar de la jeta
- interpreta su “jeta”, aprende a leer sus estados de ánimo
- acompáñalo en su inframundo oculto detrás de ese grano enorme en la nariz.
Para tener una relación cordial con el adolescente hay que modificar la relación totalmente, como el principito y el zorro, por un lado, aquel que tiene deseo de compartir y por el otro quien está a la defensiva, pero permite que se acerque poco a poco cuando descubra que no eres una amenaza, en un trabajo de reconquista cotidiana, demostrarle un genuino interés y tener paciencia.
Sin que se den cuenta, en poco tiempo habrás llegado a su mazmorra y te abrirá las puertas de la cueva de su corazón, tendrás un lugar y te volverás indispensable para su vida, pero todo comienza con el primer paso -no engancharse con su jeta cuando le hablas-, después esforzarse en aprender lo que trata de expresar y lo que está viviendo y solo entonces ambos llegarán a vivir acompañados, lo mejor de todo es que conocerás el nuevo ser que lo habita.
Mtro. Uziel Morales Amaya
Psicoterapeuta y coach para jovenes
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